martes, 4 de agosto de 2009



Buenos días por la mañana
Ahora mismo estoy leyendo el primer libro de la trilogía Millenium de Larsson, Los hombres que no amaban a las mujeres. Cuánta originalidad la mia, verdad?

Reconozco que es pura curiosidad. Me fascinan estos casos de ventas masivas, que son capaces de poner de común acuerdo a tantísima gente, es casi un libro-ONU, buen, más quisiera la ONU. Todo el mundo le entusiasma, aplaude y piensa que es una serie de libros especial, que engancha, suele ser el comentario más habitual.

Lo malo son las espectativas, crear unas espectativas tan grandes no es bueno para nada, ni para libros, ni pelis, ni nada. Ese es el peligo del fenómeno boca-oreja que para convencer al interlocuto se suele exagerar en los calificativos, crear unas espectativas, y luego viene la parte en la que te gusta, o no (oye que puede pasar). Entonces te conviertes en una raro, en este caso, en una rara. Ya me pasó con Zafón y su Sombra del viento y mucho me temo que también me pasará con Larsson y su Millenium.

Bueno, como decía, aún voy por la primera parte, así que aún puede remontar el asunto. Eso espero, sino me esperan muchas justificaciones, porque me habré convertido en una disidente de la ONU y eso no siempre se entiende.

A más leer....